Presentación
DiLEA

Unidades del diccionario

Estructura del diccionario

Unidades del diccionario


El Diccionario de locuciones idiomáticas del español actual (DiLEA) recoge, tal como el título indica, unidades de la lengua española que pertenecen a la clase de las locuciones y que tienen la característica de ser idiomáticas. Con el término locución se designa una combinación fija de palabras que funciona como elemento de la oración y cuyo significado no se corresponde con la suma de los significados de sus componentes. Así pues, las tres características fundamentales de estas unidades son1:


Las locuciones se agrupan en distintas clases: nominales, adjetivas, pronominales, verbales, adverbiales, prepositivas, conjuntivas y marcadoras, según desempeñen en la oración funciones propias de los nombres, los adjetivos, los pronombres, los verbos, los adverbios, las preposiciones, las conjunciones y las unidades denominadas marcadores, conectores o partículas discursivas. No obstante, el DiLEA solo incluye locuciones nominales, adjetivas, pronominales, verbales y adverbiales. A diferencia de las locuciones prepositivas, conjuntivas y marcadoras, todas las incluidas, excepto las pronominales, tienen significado léxico; dicho con otras palabras, expresan un contenido referido a alguna parcela de la realidad, del mundo:


Actualmente, abril de 2025, el DiLEA incluye locuciones de todas las clases previstas, en concreto 9075 entradas, aunque como una entrada puede tener más de una acepción, en realidad el diccionario contiene 12 627 locuciones, si bien esta cantidad está sujeta a continuas modificaciones en caso de que se detecten y se incorporen nuevas unidades. De ahí la importancia de indicar la fecha de consulta del diccionario siempre que se cite.

Abarcar solo determinadas clases de locuciones no es la única restricción que presenta el DiLEA. Las unidades recopiladas están comprendidas entre otros dos límites: pertenecer a la variedad del español hablado en España y tener un uso actual. La primera limitación implica que han sido excluidas locuciones específicas del español hablado en determinadas zonas del país y también las que son propias de las distintas variedades de la lengua existentes en América; de este modo, tocar el pirandó, ‘Escapar o salir huyendo, traer a orza, ‘Traer[le] a mal traer’, y aguantar vara —variante de aguantar mecha, ‘Soportar resignadamente una situación desagradable’2— por ejemplo, utilizadas las tres primeras en el español hablado en Cataluña, Andalucía y México, respectivamente, no forman parte del conjunto registrado en el DiLEA. Por otra parte, aunque es muy discutible el periodo de tiempo comprendido bajo el término actual, el cual, además, está estrechamente relacionado con la frecuencia de uso de las unidades lingüísticas, se ha procurado restringir las unidades que constituyen el diccionario al periodo comprendido entre los inicios del siglo XX y la actualidad, En consecuencia, se incluyen locuciones anticuadas, si bien están marcadas en relación con su escaso uso3.

El DiLEA puede ser utilizado por un amplio grupo de usuarios:


Los lexicógrafos que se dedican a la redacción de diccionarios son plenamente conscientes del esfuerzo y el trabajo que implica esta tarea, más si es llevada a cabo por un solo investigador. Esta circunstancia explica que publicar la obra con todas las partes que se han explicado previamente en otros estudios4, habría supuesto, posiblemente, dejarla inconclusa. De ahí que se haya tomado la decisión de ofrecerla con las características que se explican en el apartado de “Instrucciones”, pues el formato electrónico y las partes que incluyen los artículos lexicográficos redactados para cada entrada ofrecen un conjunto de informaciones de tal entidad que compensan otros datos que el diccionario hubiera podido facilitar. Por otra parte, la función de editora del DiLEA permite modificar, en todo momento, la información lexicográfica que aparece sobre cada locución, de lo que se deriva, asimismo, la necesidad de anotar la fecha de consulta.


Estructura del diccionario


El conjunto de locuciones que constituyen la macroestructura del diccionario está ordenado alfabéticamente siguiendo el modelo conocido como word by word (palabra por palabra). Lo cual significa que se tiene en cuenta el espacio en blanco que separa unas palabras de otras en una locución. Este modo de ordenación queda ejemplificado en el siguiente grupo de locuciones:


Otra cuestión que afecta a la macroestructura del diccionario es la lematización; es decir, la decisión acerca de bajo qué palabra de las que forman una locución se incluye en el diccionario. Tomando como ejemplo dos de las locuciones anteriores: echar a dedos y echar a mala parte, lo más probable es que quien esté habituado a consultar diccionarios en papel las busque bajo las palabras clave dedo y parte, respectivamente, los dos nombres constituyentes de una y otra locución. No obstante, en este diccionario, las locuciones se han lematizado por la primera palabra que las constituye, echar en los ejemplos anteriores, de manera que todas están incluidas en la letra E. No debe consultarse la letra D para buscar echar a dedos ni la P para llegar a echar a mala parte. Así se facilita la búsqueda, pues en casos como echarse a dormir no surge la duda de si estará incluida en la E por echarse o en la D por dormir.

La microestructura de un diccionario está constituida por el conjunto de informaciones que sobre una unidad se muestran en un artículo lexicográfico. En este diccionario, se proporcionan de las locuciones las siguientes informaciones distribuidas en sus correspondientes campos:


1. Pueden completarse las características de las locuciones consultando Penadés Martínez, Inmaculada (2012): Gramática y semántica de las locuciones, Alcalá de Henares: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá.

2. Las definiciones de las dos primeras locuciones están tomadas de Seco, Manuel; Andrés, Olimpia; Ramos, Gabino (2017, 2.ª ed.): Diccionario fraseológico documentado del español actual, Madrid: JdeJ Editores; por su parte, la de aguantar mecha es del DiLEA.

3. Estas cuestiones están explicadas con más detalle en Penadés Martínez, Inmaculada (2015a): “Implicaciones de la frecuencia de uso de las locuciones en la elaboración de un diccionario”, Estudios de Lingüística. Universidad de Alicante, 29, pp. 253-277, y en Penadés Martínez, Inmaculada (2015b): Para un diccionario de locuciones. De la lingüística teórica a la fraseografía práctica, Alcalá de Henares: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Alcalá, pp. 78-94.

4. Especialmente en Penadés Martínez (2015b).

5. Esta caracterización de las marcas informal, formal y vulgar está tomada de Borrego Nieto, Julio (2001): “La marcación diafásica en los diccionarios”, José Antonio Bartol Hernández et alii (eds.), Nuevas aportaciones al estudio de la lengua española. Investigaciones filológicas, Salamanca: Luso-Española Ediciones, pp. 237-245, y de Borrego Nieto, Julio (2002): "Niveles de lengua y diccionarios”, J. L. Blas et alii (eds.), Estudios sobre lengua y sociedad, Castellón de la Plana: Publicaciones de la Universitat Jaume I, pp. 105-151.

6. Explicación tomada de Ureña Tormo, Clara (2019): La enseñanza de las unidades fraseológicas desde la lingüística cognitiva, Tesis doctoral, Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá.